HOSPITAL LA PAZ |
Decidieron meterle en lista de espera para operarle pues no mejoraba su estado de salud y se asustaron al ver las apneas tan fuertes que hacía. Según comentaron en ese momento, era un niño que hacía un sahos de adulto y eso casi no se veía.
Estuvo un tiempo relativamente corto. Venía
constantemente la anestesista a revisar su estado de salud porque tenía moco y
era un riesgo meterle en quirófano pero como era una operación urgente, deliberaron
los pros , los contras y le operaron en seguida.
Al principio pensaron en quitarle amígdalas, coserle
la lengua y quitarle parte de la úvula, pero cuando estaba en la mesa quirúrgica
salió el cirujano y nos dijo que en vez de quitarle la úvula, le quitarían las vegetaciones,
amígdalas y le coserían la lengua para tener una vía aérea más permeable y sin dificultad para la entrada de aire.
Mientras estaba en quirófano, no hacíamos más que dar vueltas y vueltas, leíamos, dábamos
paseos por la sala de espera, hablábamos del después para que la espera se
hiciese más amena.
En una
ocasión salió un cirujano a informar a unos papás que estaban esperando a que
su niño saliese de la operación. Les dio la terrible noticia de que su pequeño había fallecido en la mesa de
quirófano porque había sufrido muerte cerebral.
Los papás de ese Angelito no tenían consuelo de
nadie. No podían creer que hubiese
pasado con su pequeño y lloraban su pérdida.
En ese
momento empezamos a pensar que podía pasar lo mismo con nuestro pequeño Nacho y
nos empezamos a poner nerviosos.
Se hacía
larga la espera, Interminable espera. Hasta que salió el cirujano que le operó
a informarnos que todo había salido bien…
buffff En ese momento pudimos respirar.
Pasamos a la UCI para verle. Estaba lleno de
pinchazos, de tubos, cables de todo tipo, para el pulsioxímetro, para el
corazón, para el oxígeno. No podíamos casi tocarle de tanto tubo como tenía.
Estaba tranquilo y estable comía por sonda pues no
podían darle de comer por boca en esa situación.
Pasó todo el
día intubado, le costaba respirar solito. Llegó el momento
de finalizar la visita porque nos
teníamos que marchar y dejarle allí con los médicos. Nos costó salir de UCI, pero sabíamos que no podíamos
estar más allí. Estaba cuidado y controlado.
De nuevo llegamos a casa y nos encontramos con ese
gran vacío que nos dejó su cunita solita.
Al día siguiente le extubaron. Podía respirar solito
pero estaba muy quejicoso. Casi no le podíamos tocar ni acariciar. Le dolía todo,
todo le molestaba y era muy frágil pero me
las apañaba para poderle coger y estar con él en brazos.
Qué gozada volver a sentir a mi niño en mis brazos, lo acurrucaba ,lo acunaba, se quedaba tan a gusto y tranquilo porque
sentía nuestra presencia.
Nos turnábamos para poder pasar a ver a nuestro
bebé. Un turno pasaba su padre y otro turno pasaba yo.
Cuando pasaba su padre para estar con Nachete
también le cogía en brazos, pero cuando veía como estaba nuestro hijo se le saltaban las lágrimas por verle en esa
situación, cosa que era inevitable, porque a mi también me pasaba.
Según pasaban los días vimos que el botón que usaron para coserle la lengua se
le soltó. Decidieron no volver a poner dicho botón para que no tuviera
problemas de fonación puesto que todavía no sabíamos que no iba a poder hablar
oralmente , quedándose una marca debajo de la lengua y en la parte interna del labio inferior para toda su vida.
Como tenía muchísimos mocos, al meterle en quirófano
se le infectaron con una pseudomona. Éste era uno de los riesgos que existían al operarle con moco,
pero en aquel momento era la mejor opción para su estado de salud y le tuvieron
que poner un CEPAP para que el CO2 que se le acumulaba en sangre saliese fuera,
ya que eso le hacía estar muy dormido durante todo el día, pudiendo causar una
intoxicación y su muerte.
CEPAP |
Después de estar recuperado de esta infección
respiratoria, empezó con grandes taquicardias. Le hicieron un Holter y descubrieron que también tenía extrasistolía. Afortunadamente eran las denominadas benignas y no necesitaba medicación, sin embargo le restringieron los aerosoles con ventolín para evitar que tuviese muchas taquicardias. Empezó a tener reflujo pero en ese momento no parecía nada serio. Tuvo una gastroenteritis muy grande a causa de un rotavirus,
cosas que pueden pasar cuando se está ingresado en un hospital y este proceso también le tocó pasar al pobre papá que no
paró de cambiar pañales y camas en toda la noche.
Eso le produjo una
intolerancia a la lactosa y a la proteína de la leche de vaca, comenzando a
tomar DAMIRA y FANTOMALT para poder nutrirse de forma correcta sin ningún tipo
de diarreas ni intolerancias.
Por curiosidad, probé como sabía la Damira y…….Qué amarga estaba, pero una vez más Nachete se lo tomaba todo y encima lo saboreaba el
comilón..Jejeje. Me recomendaron ponerle un poco de sacarina para camuflar el
sabor tan amargo pero un día se me olvidó y el muy hambrón se lo tomó saboreándolo
igual que si tuviese sacarina…jajaja.
Pasamos casi
cuatro meses ingresados y después de
muchos cuidados, muchos días y noches metidos en una habitación del hospital
sin movernos más que para hacerle alguna prueba, nos dejaron un poco de
LIBERTAD. Podíamos salir a dar pequeños paseos por la calle y respirar aire
fresco!!!
No podíamos estar más que un
poquejo, porque salíamos sin oxígeno, enseguida le bajaba la saturación y nos teníamos que volver
pero ese pequeño paseo por el parque sabía a gloria.
Cuando vieron que más o menos estaba
estabilizado le dieron el alta. Por fin
nos podíamos ir a casa. Eso sí, con oxígeno , pulsioxímetro y la nutrición
especial.
Lo dejaron todo organizado para que cuando llegásemos a casa no nos
faltase nada.
Nada más llegar a casa, celebramos el cumpleaños de nuestro pequeño de la forma que
se merecía, con corona en la cabeza y
todo puesto que era el rey de la casa.
CUMPLEAÑOS |
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