Nos podíamos ir al pueblo a pasar el fin de semana, y empezar a vivir un poco.
A nacho le encanta estar en el pueblo, Mandayona, sobre todo con su abuelito que le lleva a dar un paseo, al garaje, a ver los gatitos, al huerto.. Eso le hace muy feliz, pero lo que más feliz le hace es entrar en la cocina del abuelito y tocar el microondas...jajajaj se pone a dar gritos de alegría y se oye todo el rato el timbre tin,tin,tin, lo tenemos que desenchufar porque no pararía, al igual que la lavadora..jejej.
El poder estar en el pueblo sin la necesidad del oxígeno nos daba la vida, ya que al principio solo podíamos estar un día como mucho, porque nos llevábamos la mochila de oxígeno líquido pero tenía muy poca autonomía a pesar de que no necesitaba grandes cantidades de oxígeno, solo cuando se pillaba un constipado.
Así que cuando libraba el fin de semana y podíamos, nos íbamos a pasar el fin de semana.
Igual que las fiestas del pueblo.
Nos tiramos un par de años o tres sin poder ir a las fiestas por razones de salud de nachete. Desde que nachete fue menos dependiente del oxígeno ya nos podíamos quedar también en las fiestas
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